La maca no solo posee un alto valor alimenticio, sino que también cuenta con un gran valor tradicional, de herencia. Esta raicilla ha formado parte de la nutrición de los pueblos precolombinos desde el imperio inca y era altamente valorada por estos al punto tal que homenajeaban a sus dioses con ella.La maca es un tubérculo con numerosas raíces laterales absorbentes, en forma de nabo y con diferente coloración en función al ecotipo de su especie, como el blanco, amarillo, gris, morado, negro, amarillo con morado y negro con morado; contiene 80 % de agua y tiene un alto valor nutritivo. Si bien la raíz es la más empleada, se ha investigado y concluido que las hojas también cuentan con propiedades similares que la raíz. Asimismo, es utilizada también como alimento para el ganado o como material orgánico para la fertilización de la tierra.La tradición andina reconoce su efecto en la fertilidad, una cualidad que ha servido para su introducción en varios mercados. También se considera correcto su uso para combatir la frigidez, la impotencia sexual y la debilidad mental. Se usa como regulador de las alteraciones de la menstruación y la menopausia, para alivio del insomnio, de la disminución de la audición, de la visión, de la desnutrición y de la convalecencia.Este texto busca rescatar y ampliar los conocimientos que se tienen sobre la maca, desde el punto de vista de su cultivo, manejo y conservación. Uno de sus principales objetivos es recuperar el consumo de esta raíz gracias a su valor nutritivo, pero también por su conexión con nuestros ancestros. También cabe destacar que la región de los andes no cuenta con facilidades tecnológicas ni recursos necesarios para aislar, identificar y cuantificar los principios activos presentes en la maca, por lo que esta obra busca resaltar esto a fin de darle solución a cada problema planteado.